Para los que nacimos y nos criamos en el trópico, la idea de las estaciones es tan lejana pero tan cercana como los relatos que leíamos en los libros. Las imágenes que tenemos de un campo en primavera, o de un bosque en otoño las tenemos tan vívidas como las películas en las que las vimos. 

Aunque tiene sus maravillas vivir en una tierra en la que el clima está siempre bien, nunca dejaremos de mirar con una extraña nostalgia el cambio de las estaciones en los países del norte. 

Es por eso que cada vez que preparamos recetas con nombre como esta, infusión de otoño, no podemos evitar sentir que las hojas se tornan cafés y el viento enfría, y aunque fuera el sol caliente y las flores vivan, preferimos estar dentro y reconfortarnos con una taza de este elixir otoñal, y por un momento, fantasear con que vivimos en un lugar lejano en el que las hojas cambian. 

Ingredientes

• 1 naranja
• 1 pera
• 4 anís estrellado
• 1/4 de nuez moscada

Procedimiento

Cortar la naranja y la pera en rodajas. Ponerlas en una tetera junto con el anís estrellado y la nuez moscada rallada. Cubrir con agua hirviendo y dejar infusionar por 5 minutos. Servir con un despertar calentado unos minutos en el horno.